tisdag 14 februari 2012

PRESOS COLOMBIANOS: En abril comenzará la primera Jornada Nacional Carcelaria, en Colombia







No es fácil desmoralizar a un luchador

En abril comenzará la primera Jornada Nacional Carcelaria, en Colombia

¡Los Derechos Humanos también deben existir para los prisioneros políticos!

Por Dick Emanuelsson y Ingrid Storgen


Cuando un luchador o luchadora dedicó su vida a trabajar por la justicia social y la dignidad del pueblo que lo vio nacer, sea cual fuere el lugar donde se encuentre, su moral permanecerá con la misma altura con que irrumpió su camino.
Un caso palpable es el que podemos encontrar en el compañero JOAQUÍN PÉREZ BECERRA, detenido en condiciones tan absurdas e inexplicables como injustas que provocaron el repudio internacional.
Joaquín es uno entre los más de 8000 presos políticos en Colombia, soportando las peores condiciones.
Resulta un aliciente para el compañero, sin dudas, saber que en estos días se llevará a cabo el juicio mediante el cual pretenderán condenarlo y que justamente en Estocolmo, Suecia, se realizarán jornadas de solidaridad, así como desde todo el mundo se levantan voces exigiendo su liberación. Y no es para menos, ya que sobre el fundador de la Agencia de Noticias por la Nueva Colombia –ANNCOL- cayó el rótulo que lo define como parte activa de la guerrilla de las FARC-EP, llegándoselo a nombrar como el Canciller de la organización, lo que por supuesto, aumentaría su condena además de ser una mentira inescrupulosa.

Sin ninguna orden de captura o circula roja de Interpool fue deportado Joaquín Pérez Becerra de Caracas
a Bogotá. Refugiado político de la Unión Patriótica llegó a Suecia el 1994 y se nacionalizó la ciudanía sueca
el año 2000. Su delito es ser director de la agencia de noticias Nueva Colombia, ANNCOL.
JOAQUÍN ES UN SOBREVIVIENTE de los crímenes que se cometieron contra los miembros de la Unión Patriótica. Miembro del Partido Comunista Colombiano, bolivariano e internacionalista.
Su detención mediante violación al derecho internacional, sorprendió a la comunidad internacional y mucho más los cargos que se le imputan como para justificar la aberración.
Los presos políticos colombianos padecen las peores situaciones que puede padecer un ser humano, es teniendo en cuenta esa circunstancia que en abril próximo se llevará a cabo, en Colombia, una Jornada Nacional Carcelaria, que tendrá como actores a los familiares, amigos y movimientos políticos y de derechos humanos de los prisioneros y prisioneras encarcelados.
La jornada se enmarca en el reclamo en tres puntos importantes:
  • Una ley de rebaja de las condenas que ya estuvo en el parlamento pero fue demorada.
  • La posibilidad de una repatriación interna pues la mayoría de los presos fueron destinados a cárceles fuera de su lugar de residencia, lo que impide el contacto con su núcleo familiar y amistades, cuestión no menor en esas circunstancias tanto para el preso como para la familia. Con esta metodología se entra en contradicción con los términos de reinserción una vez adquirida la libertad. Los prisioneros han sido trasladados a cárceles alejadas a muchos kilómetros de sus residencias, con el fin indudable de romper los lazos de relación entre ellos. Teniendo en cuenta que son gente de escasos o nulos recursos monetarios como para absorber el costo de los traslados para las visitas, el contacto se va muriendo y los vínculos se despedazan silenciosamente. Es por ello que debe producirse, con urgencia, la reunificación familiar, mucho más cuando hay niños privados de contacto con sus padres o madres por esa lejanía a que los sometieron.
  • El tercer punto, no menos importante que los anteriores, hablaría de la no extradición de los prisioneros a los EE.UU, como ya ha ocurrido con Simón Trinidad y Sonia arrancados de Colombia para ser inmediatamente, tras sus capturas, extraditados al norte.

EN ESTOS MOMENTOS Joaquín, que ha vivido en los últimos 17 años en el continente europeo, se encuentra en el patio donde están los extraditables. El estado colombiano da muestras de la pérdida de soberanía ya que no hay nada que justifique que una persona que comete un acto cuestionable según sus leyes, deba ser condenada en el exterior.
Son esos tres puntos claves los que movilizarán en la Jornada Nacional Carcelaria que tendrá como protagonistas a los propios familiares de los prisioneros, así como a la sociedad que se niega a aceptar como válido el atropello a los derechos humanos.
¡TERROR EN LA MODELO! Treinta presos políticos son asesinados por paramilitares
que con la complacencia del INPEC comitieron el crímen. FOTO: DICK EMANUELSSON
La situación de los prisioneros políticos en manos del estado es deplorable, carecen de los mínimos derechos y son sometidos a vejámenes legales imperdonables.
Muchos senadores, parlamentarios, ONGs, movimientos de derechos humanos internacionales tienen sus ojos puestos esn la terrible situación que viven allí los condenados y apoyan los tres puntos básicos de su reclamo tan legítimo como noble.

EN LAS ÚLTIMAS SEMANAS HAN MUERTO dos presos en esas mazmorras sin que el estado se inmute, contrariamente al tratamiento que han demostrado recibir los prisioneros políticos en manos de las FARC. Baste como botón de muestra la liberación de la señora Ingrid Betancourt quien a los pocos días de su entrega se la pudo ver tomando baños en el Mediterráneo, rozagante y sin marcas del encadenamiento que según la prensa funcional, habían colocado en su cuello.

Bien "llenita" bajó una mujer de muy buena salud  y con músculos para cargar
su propia mochila después seis años como retenida en la selva; Ingrid
Betancourt. Fue una de los diputados en el congreso nacional  que dio lúz
verde y votó al Plan Colombia y la intensificación de la guerra en Colombia en
vez de buscar la paz.

Lo más triste es la contradicción que mantiene el estado colombiano entre los presos del pueblo y los presos de altos recursos.
Mientras los primeros se hacinan en las celdas y muchas veces hasta carecen de representación legal, los segundos cuentan con todo el aparato judicial a su favor.
En medio de tanto dolor, sólo la movilización popular dentro y fuera de Colombia puede contribuir con su apoyo para que la situación se revierta.
La comunidad internacional no puede quedar ausente en este reclamo tan justo, el miércoles próximo en Suecia se darán cita los luchadores internacionalistas frente a la embajada colombiana.
Es de esperar que en los países hermanos también nos movilicemos por esos hombres y mujeres que soñaron un futuro de paz para sus hijos.