JUEVES 22 DE
SEPTIEMBRE DE 2011
La violencia sexual contra las mujeres y la responsabilidad
de la guerrilla
POR Allende
La Paz, NotiColombia Press
Hemos leído con atención el Informe de Amnistía
Internacional 2001 titulado ”Colombia: Eso es lo que exigimos nosotras. Que se
haga justicia” y causa una sensación de desasosiego constatar que también en
los delitos sexuales la impunidad es la regla.
Desde hace muchos años en NotiColombia Press hemos
señalado que las fuerzas militares-narcoparamilitares son ”braguetas rápidas”,
así como lo son a la hora de disparar el ”otro fusil” contra el pueblo
colombiano. Puede ver abajo 4 artículos a los cuales puede accesar haciendo un
simple clic. Apenas 4 de los muchos que hemos escrito y pareciera que a nadie
le importa. Afortunamdamente en ciertas ONGs nuestro llamamiento y nuestras
denuncias no han caído en oídos sordos.
AI ”reveló que de los 183 casos de violencia sexual
que la Corte Constitucional ordenó investigar “los grupos guerrilleros fueron
autores del 8,5 %, las fuerzas de seguridad del 19,4 % y los paramilitares del
45,8 %”.” Lo primero que llama la atención es que la Agencia EFE, autora del
despacho que reproduce Pacocol, coloca en primera instancia a la organización a
quien menos se le imputan casos de violencia sexual como para que el efecto
visual lo convierta de entrada en el mayor responsable. Creemos que lo correcto
es reseñar y resaltar que las fuerzas militares-narcoparamilitares son
causantes de al menos el 65,2% de los casos de violaciones. Estudios del CCJ
muestran otra realidad: el estado es responsable del 98% de las violaciones.
Lo segundo es que estas estadísticas son apenas de
los poquísimos casos que se han podido investigar, y si es supremamente difícil
estudiar el fenómeno en la vida civil por el miedo y la vergüenza de las
mujeres a denunciar el hecho, denunciarlo ante actores armados es casí que
imposible (81% no lo hace). Sin embargo, son en éstos casos en los que más se
ha hecho énfasis.
La impunidad es casi total -99%- en los delitos
relacionados con el conflicto interno colombiano, es decir, el 99% de
violaciones de derechos humanos no se judicializa por falta de voluntad
política de castigar a los responsables y las presiones de las fuerzas
militares están a la orden del día, sobre todo con el tema del ”fuero militar”,
que dejaría las manos sueltas para cometer violaciones de todo tipo, incluídas
las violaciones sexuales contra mujeres y hombres.
Sin embargo, vemos una tendencia a estigmatizar a
la guerrilla como culpable de la comisión de estos delitos aun cuando el
Reglamento Interno de las FARC y el ELN castiga severamente los delitos
sexuales, es decir, en la guerrilla quien viole a una mujer o un hombre o un
niño se enfrenta a un ”Consejo Revolucionario de Guerra” y la sanción que le
espera –si es encontrado culpable- es el fusilamiento, o sea, paga con su vida
el violador.
Esa estigmatización la vemos presente en un
artículo titulado ”Amnistía Internacional señala fallas de la Justica en
reparaciones a mujeres víctimas de violencia sexual”, firmado por Camila
Queiroz, periodista de ADITAL, quien afirma: ” En él (el Informe de
AI), más de doce víctimas, bajo pseudónimos, obtienen voz a partir de la
reproducción de sus declaraciones. Son historias como la de Angélica, diez
años bajo el poder de un propietario de tierra a quien identifica como colaborador de
las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc). La mujer fue
esclavizada doméstica y sexualmente y años después, desamparada por el Estado,
vio que su destino se repetía con su hija, violada dos veces a los 13 años, en
2008”.
Es necesario develar que nadie tiene la culpa de
que un supuesto ”colaborador” de las FARC tenga su aberraciones desconocidas y
toca aplicar aquel proverbio que reza: ”Toda persona es honrada hasta que deja
de serlo”. La organización guerrillera no es culpable ni puede ser
estigmatizada por las aberraciones de un supuesto colaborador, pero ya el agua
sucia le ha sido tirada a la organización guerrillera no sabemos con qué
intención y bajo qué preceptos. Lo que si conocemos de primera mano por
nuestras correrías profesionales por zonas de control guerrillero es que
incluso hombres que han abusado de sus hijas menores –una práctica corriente
entre terratenientes y algunos campesinos- han tenido que enfrentar la justicia
revolucionaria de las FARC y el ELN y recibido el castigo que amerita su
delito.
Más acertada parece ser la posición de la directora
del Programa Regional para América de AI, Susan Lee, quien señala que ”si bien
desde que Juan Manuel Santos tomó posesión como presidente, en agosto de 2010,
su Gobierno “ha prometido abordar la crisis de los derechos humanos”, aún no
han “visto mejoras reales en cuanto a hacer comparecer ante la Justicia a los
responsables de abusos, incluidos los de violencia sexual”. Y enfáticamente
acusa: ”Las autoridades colombianas “no han abordado efectivamente la ausencia
de justicia para las mujeres y niñas sobrevivientes de violencia sexual”, según
lo afirmado en el documento.
Hemos también abordado las violaciones de los
derechos humanos de las mujeres en el conflicto interno colombiano en los
artículos ”Mujer y Conflicto Interno – I” y ”Mujer y Conflicto Interno – II”,
los cuales hacen parte del libro ”Plan Colombia y Conflicto Interno
colombiano”.
Estamos claros que la mujer dejará de sufrir las
violaciones de sus derechos humanos –incluído los derechos sexuales- cuando
construyamos la Nueva Colombia. En esa Nueva Colombia ella ocupará el lugar
privilegiado que le corresponde, el de ”laboratorio de vida” que le ha sido
asignado por la Naturaleza,y jamás volverán a ser tratadas como ”trofeos
de guerra”.
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