“Me bajaron en el colegio de San Cristóbal (en San Jacinto, Bolívar) y me encerraron en un baño, desde donde oí cómo le pegaban a mi hijo. Un día después, me dejaron subir al camión y lo encontré aporreado, reventado y con la espalda quemada. Uno de los soldados (Becerra) le metía la mano en la boca y le preguntaban si él era guerrillero”.
Amira Vásquez, la madre de Ómar Zùñiga.
Capturado coronel Henry Rodríguez, candidato
a general
Por: UNIDAD
INVESTIGATIVA | 8:51 p.m. | 22 de Diciembre del 2011
Está en curso de ascenso en Uruguay y deberá responder por la tortura y muerte de un joven.
La familia de Ómar Zúñiga Vásquez esperó 19
años para que la justicia tomara las primeras decisiones de fondo en torno a la
tortura y el posterior asesinato de este joven campesino, ocurridos en junio de
1992 y en los que están involucrados hombres de la Brigada de Infantería de
Marina No. 1.
Tal como lo
reveló EL TIEMPO en septiembre pasado, uno de los vinculados a este caso es el
coronel de infantería de marina Henry Mauricio Rodríguez Botero, quien hacía
parte de una comisión de estudios en Montevideo (Uruguay) para ascender a
general de la república.
De hecho, la
Fiscalía decidió enviar a un investigador a Montevideo para que le tomara la
indagatoria en el consulado. Y, ayer, por orden de un fiscal de la Unidad de
Derechos Humanos, se hizo efectiva la orden de detención en Colombia.
El oficial tendrá
que responder por los delitos de tortura y homicidio agravado, al igual que
varios de sus hombres.
Testigo de excepción
La principal
evidencia que reza dentro del proceso es el testimonio de Amira Vásquez, la
madre de Ómar.
Amira Vásquez, la madre de Ómar. |
La mujer, de 70
años, le relató a EL TIEMPO cómo el primero de junio de 1992 logró subirse al
camión en el que se llevaron a su hijo de su casa, en el corregimiento de San
Cristóbal, municipio de San Jacinto (Bolívar). Horas después, vio cómo lo
torturaron y lo quemaron con ácido. “Ese día llegaron unos 30 hombres a la
casa, nos tiraron al piso y a Ómar le pusieron un costal de arroz en la cabeza
y se lo llevaron”, dijo Amira, quien también fue retenida y torturada.
“Me bajaron en el
colegio de San Cristóbal (en San Jacinto, Bolívar) y me encerraron en un baño,
desde donde oí cómo le pegaban a mi hijo. Un día después, me dejaron subir al
camión y lo encontré aporreado, reventado y con la espalda quemada. Uno de los
soldados (Becerra) le metía la mano en la boca y le preguntaban si él era
guerrillero”.
El estado del
muchacho, de 24 años, era tal que la mujer le dio plata y le rogó a uno de los
soldados que le comprara una pastilla para el dolor. “Pero la pastilla no
llegó. Luego, le pusieron un uniforme, lo tiraron al frente de cerro Capiro y
me dijeron que lo iban a dejar ir. Allá lo vi por última vez con 4 soldados”,
relató.
Tres días después
de escuchar los lamentos de su hijo, Amira fue abandonada en jurisdicción de
María La Baja (Bolívar) y el cadáver de Ómar fue hallado cuatro días después en
la base del cerro El Capiro con disparos de arma de fuego.
“Lo encontraron
con un tiro en la cabeza y la mandíbula fracturada.
Oficial de la Contraguerrilla. Foto: Dick E. |
Los goleros
(chulos) ya se habían comido casi todo el cuerpo. Lo pudimos identificar porque
él se mochó un dedito de la mano izquierda y tenía el mismo escapulario”,
recordó la madre.
A pesar de que
Amira identificó a varios de los hombres que se llevaron a su hijo en los
juicios, la justicia penal militar ordenó en 1997 cesar todo procedimiento
contra los infantes involucrados en este hecho y, ese mismo año, el proceso
pasó a la justicia ordinaria, donde estuvo quieto durante años.
Por eso, el caso
está denunciado ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que le exigió
a Colombia que tome las medidas para buscar a los responsables.
“Es una decisión
que estábamos esperando desde hace 19 años, en los que ha habido impunidad”,
dijo Daniel Prado, abogado de los Zúñiga.
12 más con medida de aseguramiento
También tienen medida
de aseguramiento Pedro Guzmán, dragoneante; Carlos Bermúdez, sargento; Misael
Villabona, sargento; Oslavi de la Cruz, infante; Guillermo Castillo, sargento;
Nelson Gutiérrez, militar; Alfonso Coronel, infante; Róger Argel, infante (r.),
y Jairo Becerra, infante. Declarados ausentes están: Carlos Castro, Fredy
Aguirre y Éder Farrayan.
UNIDAD
INVESTIGATIVA
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