Más sobre las “chuzadas” del DAS; “Operación Internet”
Tomado de Semanario VOZ, Colombia
Por Hernando Lòpez
La “Operación Internet” fue
una de las actividades ilegales del DAS en los últimos años y tenía como finalidad
el desprestigio de las ONG colombianas y extranjeras de Derechos Humanos, que denunciaban
la violación de los derechos fundamentales por parte de agentes estatales o que
eran consideradas críticas o desafectas del Gobierno de Álvaro Uribe Vélez.
La actividad ilícita era financiada con dineros del presupuesto
del DAS, con aportes de la cooperación internacional y con dineros de colombianos
en el exterior. Contaba con núcleos muy activos y según se deriva de la investigación
de la Fiscalía y de los archivos con confiscados en la sede del organismos de inteligencia
que depende de la Presidencia de la República, personalidades muy importantes de
la derecha colombiana y cercanos al uribismo colaboraron de manera decidida en esta
actividad ilegal y entre ellos se nombra al ex viceministro del Interior y de Justicia,
Rafael Nieto Loaiza.
EL OBJETIVO ERA
DESPRESTIGIAR a las ONG a través de las redes
sociales, suplantarlas o hacer campañas de desinformación y alteración de sus actividades.
Para ello contaban con las páginas web Corporación Verdad y Justicia y el Servicio
Colombiano de Información y Estadística para la prevención del conflicto. También
crearon el Colectivo de Abogados Simón Bolívar, supuestamente con sede en Costa
Rica. El interés social de este colectivo era la defensa de “Los intereses del Estado
Colombiano frente a la amenazas que representa la manipulación de la Corte Interamericana
de Derechos humanos, con sede en Costa Rica y la CIDH con sede en Washington por
parte de organizaciones no gubernamentales de fachada de grupos al margen de la
ley”.
Al tiempo que emprendían acciones de desprestigio contra el Colectivo
de Abogados “José Alvear Restrepo”, la Más sobre las “chuzadas” del DAS “Operación
Internet” Comisión Colombiana de Juristas o el Comité Permanente por la Defensa
de los derechos Humanos, la emprendían, de la misma forma, contra la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos y la Oficina de la Alta Comisionada de los Derechos Humanos
de las Naciones Unidas.
“El peor enemigo de la Operación
Internet eran los derechos humanos”, dice una fuente del CTI. Y reconoce, sin ambages,
que la actividad ilegal era reportada o por lo menos orientada desde la Dirección
del DAS y la Casa de Nariño (casa presidencial en Bogota).
CASI NADIE ESCAPÓ A LA
LABOR PERVERSA de esta célula delincuencial
al interior del DAS. Y el financiamiento, en parte, era con recursos de la cooperación
internacional. La mayoría de las embajadas de Colombia en el exterior recogían información
sobre personas y entidades que adelantaban la solidaridad con Colombia o que denunciaban
los atropellos de los derechos humanos y ese material llegaba a manos de los encargados
de la “Operación Internet”. Por esa razón, las directivas en política exterior de
la cancillería y del Gobierno Nacional en la época, no eran ajenas a los siniestros
objetivos de esta actividad ilícita, presentada como una manera de contrarrestar
las críticas al Gobierno de Colombia y en razones de seguridad nacional.
Muchos colombianos, periodistas, políticos de oposición y ONG,
fueron víctimas de este entramado criminal, porque a través de la red circularon
groseros y calumniosos montajes para denigrar de las personas y de las organizaciones.
Inclusive la Corporación Verdad y Justicia, hizo circular una carta en la que se
rechaza el compromiso del Gobierno para pedir perdón a las víctimas por la masacre
de La Rochela. No hubo límites en la actuación ilegal del DAS.
No dejan de conocerse la cantidad de actividades ilegales del
DAS, conocidas con el nombre de “chuzadas”, pero que en verdad fueron actividades
criminales, en conexión con la entonces llamada “Casa de Nari”. “Hacía allí se dirigen
varias de las investigaciones”, señaló la fuente del CTI.