Avenida Caracas en Bogota. Foto: Dick E. |
Escrito por Yorladys,
integrante del Frente 37 de las FARC-EP, Bloque Martin Caballero
Jueves, 21 de Julio de 2011
Camaradas, desde los campamentos guerrilleros deploramos la situación tortuosa a que son sometidos los prisioneros de guerra que se encuentran en la cárcel La Tramacua de Valledupar (Cesar) y en general en todas las cárceles de Colombia. Mandos y combatientes mandamos una voz de solidaridad y aliento; lo importante es que ustedes son leales, indoblegables, en la defensa de nuestros ideales revolucionarios.
Como símbolo de decoro de los prisioneros de guerra, resaltamos la entereza de los camaradas Sonia, Simón Trinidad e Iván Vargas, también prisioneros de guerra en mano del imperialismo. Desde las mazmorras donde se encuentran soportan con una relumbrante moral revolucionaria las cadenas de la opresión; Sus corazones grandes como los nuestros, en nada menguan su amor y compromiso con el pueblo, aunque se desborde la crueldad de los explotadores. De latido en latido se agita cada vez más y más nuestro propósito altruista de justicia social, anonadando al enemigo que escucha en creciente el coro tonante de nuestra vedad. Ya se escucha desde todos los rincones de la Patria las voces que reivindican a los pobres de la tierra, y brillan las miradas de esperanza porque la fuerza del amor insurgente ira arrollando las desventuras para que florezca por fin la libertad. Vamos camaradas, como dijo Bolívar, “moral y luces son nuestras primeras necesidades”; la cárcel es una trinchera más en nuestro campo de batalla y debemos aprovechar al máximo el tiempo para cimentar nuestra formación política y nuestra dignidad. Ustedes no están solos, su ejemplo de resistencia palpita diariamente en el corazón de cada guerrillero y militante revolucionario.
Las FARC-EP seguirán peleando por lograr el canje humanitario y la libertad de cada uno de ustedes para que vuelvan a ocupar su puesto de lucha fuera del presidio. Todo lo que significa vida y emancipación para las mayorías será posible solo con la lucha indoblegable al lado de los oprimidos.
Los pueblos del mundo están de nuestra parte, y aunque la lucha es larga y escabrosa, con la espada de Bolívar y la herencia imprescindible de Marulanda, el futuro será nuestro. Los ríos atraviesan, las montañas horadan nuestros cuerpos y la geografía de este país va tomando forma en cada uno de los guerrilleros de las FARC, haciéndonos lagos, brechas y quebradas, la tierra se abre como un surco para que sembremos nuestro amor por nuestra ardua lucha revolucionaria y cada día llenarnos de ganas de vivir hasta Ver nuestro pueblo libre hermoso y pleno de sonrisas.
Romperemos las cadenas del imperialismo por los eslabones más débiles; en todo caso de la realidad de nuestra propia historia, nuestro más necesario camino de lucha es aquel que nos lleve al mundo que soñamos, donde la voz del hombre planetario armonice sus timbres con el canto, bordando la trama ideológica de un mundo donde se sienta humano, enteramente fraternal y nuevo. Camaradas la espada de Bolívar permanece desenvainada y en manos de todos aquellos que, como nosotros, no descansaremos hasta lograr la paz con justicia social, la democracia y la soberanía de nuestro pueblo y de la América entera. El impulso de la revolución esta dado, ya nadie lo puede detener, los luchadores como nosotros sonamos con agarrar la ilusión, empuñarla en la mano y soltarla como a una paloma feliz que saliera a redescubrir la tierra.
Por esta libertad bella como la vida habrá que darlo todo si fuere necesario, hasta la sombra, y nunca será suficiente.
! Martin Caballero Vive!
Fuerte abrazo.
! Viva Martin Caballero!
Ante el altar de nuestros muertos hemos jurado vencer y venceremos.
Montañas de Colombia julio del 2011