por Manuel Olate-
2011-07-02-abpnoticias-Manuel Olate-
Agradecimientos a la solidadridad internacional de Manuel Olate Cespedes desde Chile
A los pueblos del mundo
Durante mas de tres años el gobierno colombiano se empeñó en castigar conductas que fuera de Colombia son absolutamente lícitas, la solidaridad, el internacionalismo, el respaldo a un ideario político, la militancia política, la denuncia del terrorismo de estado, etc. En esta persecusión obtuvo respaldo de los gobiernos más conservadores del mundo, además de innumerables medios de comunicación, aparatos de inteligencia, policias, todos coludidos en contra de nuestro trabajo y nuestra militancia internacionalista; hemos pagado con estigmatización y cárcel nuestras posturas políticas; con el sufrimiento innecesario de nuestros seres queridos. Aún así, con todo en contra, ganamos y estamos alegres de haber ganado no a cualquier precio; no negando nuestras ideas, muy por el contrario, defendiendo nuestro sagrado derecho a disentir y a no comulgar con el pensamiento oficial.
En Chile la primera sentencia de la Corte Suprema, en voz del ministro Segio Muñoz dejó de manifiesto que las conductas que habían tenido lugar en Chile y que fueron investigadas no llegaron a considerarse ilícitas, sino que constituía el legítimo ejercicio de mis garantias ciudadanas, como la libertad de expresión. El segundo juicio terminó refrendando lo que la primera sentencia había determinado, las pruebas sobre las que Colombia basaba su persecución eran ilícitas, contrarias al ordenamiento internacional, no cabía sino el sobreseimiento definitivo.
En este proceso no estuve solo y de eso se trata esta nota, de agradecer la solidaridad y el apoyo de muchas organizaciones, partidos políticos y compañeros revolucionarios de muchos continentes, su apoyo y su voz de alerta oportuna hicieron que se debatiera las verdaderas causas de esta absurda persecución política, que por fin ha terminado.
Nos encontraremos pues en las luchas que se avecinan, por un mundo más justo, por una sociedad mejor, por la libertad y la soberanía.
Manuel Olate Cespedes
Santiago de Chile.
A los pueblos del mundo
Durante mas de tres años el gobierno colombiano se empeñó en castigar conductas que fuera de Colombia son absolutamente lícitas, la solidaridad, el internacionalismo, el respaldo a un ideario político, la militancia política, la denuncia del terrorismo de estado, etc. En esta persecusión obtuvo respaldo de los gobiernos más conservadores del mundo, además de innumerables medios de comunicación, aparatos de inteligencia, policias, todos coludidos en contra de nuestro trabajo y nuestra militancia internacionalista; hemos pagado con estigmatización y cárcel nuestras posturas políticas; con el sufrimiento innecesario de nuestros seres queridos. Aún así, con todo en contra, ganamos y estamos alegres de haber ganado no a cualquier precio; no negando nuestras ideas, muy por el contrario, defendiendo nuestro sagrado derecho a disentir y a no comulgar con el pensamiento oficial.
En Chile la primera sentencia de la Corte Suprema, en voz del ministro Segio Muñoz dejó de manifiesto que las conductas que habían tenido lugar en Chile y que fueron investigadas no llegaron a considerarse ilícitas, sino que constituía el legítimo ejercicio de mis garantias ciudadanas, como la libertad de expresión. El segundo juicio terminó refrendando lo que la primera sentencia había determinado, las pruebas sobre las que Colombia basaba su persecución eran ilícitas, contrarias al ordenamiento internacional, no cabía sino el sobreseimiento definitivo.
En este proceso no estuve solo y de eso se trata esta nota, de agradecer la solidaridad y el apoyo de muchas organizaciones, partidos políticos y compañeros revolucionarios de muchos continentes, su apoyo y su voz de alerta oportuna hicieron que se debatiera las verdaderas causas de esta absurda persecución política, que por fin ha terminado.
Nos encontraremos pues en las luchas que se avecinan, por un mundo más justo, por una sociedad mejor, por la libertad y la soberanía.
Manuel Olate Cespedes
Santiago de Chile.