La revolución socialista hoy: La Comuna
Por XXX
Hay equivocaciones de muchos personajes que dicen ser de izquierda en lo referente a los tiempos históricos. Esos personajes pretenden introducir un maremágnum de ideas que llevan a los proletarios, al pueblo, a la confusión y al inmovilismo.
Sabido es que en 12 años la Revolución Bolivariana sólo ha servido para crear una nueva burguesía, la burguesía roja rojita, la cual se ha enriquecido a la sombra de los programas de la revolución que creía que estar solucionando los problemas del pueblo –de hecho lo está haciendo, mas a la manera de la socialdemocracia-, y en muy pocos casos lo hace a la manera revolucionaria. (Ver estadísticas del Banco Central).
Sabido es, desde luego, que la Revolución Bolivariana se ha definido a sí misma como revolución del Siglo XXI y no se ha visto que la revolución está secuestrada por los viejos vicios clientelares de la IV República, resumidos en burocratismo, enriquecimiento, seguidismo, amiguismo, etc, vicios que permiten a los ”nuevos” burgueses pellizcar las finanzas del estado bolivariano y su enorme renta petrolera. No es posible desdeñar la inversión en todas las áreas que hace la Revolución Bolivariana en el campo agrícola, viviendas, acueductos, etc.
Ante tamaña autodefinición nos preguntamos: Es la revolución bolivariana una auténtica revolución socialista? Si no lo es, sus pasos van dirigidos hacia la revolución socialista? Nosotros creemos que en los momentos presentes debemos hablar de “Revolución socialista” sin deslindar sus dos componentes. Nuestra era es la era de las revoluciones. Ese período se inició con la Revolución Rusa de 1.917, y desde entonces nadie puede desconocer la enorme lucha que se ha desarrollado con el imperialismo de viejo y de nuevo cuño. Por esta razón, crear la falsa división de “socialismo” y “revolución” en el momento presente no hace más que crear confusión en los sectores del pueblo.
Y es lógico que en estos actuales momentos estemos en lucha con los sectores burgueses al interior del estado y del PSUV ya que son ellos los que frenan el avance de la revolución con todos sus viejos vicios burgueses y torpedean la construcción de la revolución socialista en Venezuela, revolución que se nutre del bolivarismo y del marxismo, así algunos planteen que ésta última es una doctrina “vieja” y cuando están asustados recurren a la “nueva” doctrina del cristianismo y exclaman: “Ay, Dios mío, ayúdame!”.
Definitivamente entre la revolución rusa y la revolución bolivariana de hoy hay muchos puntos en común, y la segunda parece una copia de la primera, guardando los proporciones, claro está. Por ello, decimos con toda nuestra fuerte voz que todo el poder a la Comuna, ya que si no se entrega el poder al pueblo, al proletariado, a las capas medias, a través del poder comunal, la revolución estaría actuando sin sus bases y se construirían –como ya se está haciendo- organizaciones “populares” desde arriba, sin discusión, dirigidas por “cancilleres” y demás representantes de la nueva boliburguesía, como está sucediendo con la “conformación” de la nueva central venezolana de trabajadores.
Debemos realizar grandes esfuerzos para frenar las desviaciones y denunciarlas allí donde se presenten. No queda de otra y es imprescindible para la salud de la revolución bolivariana, que no es solamente venezolana sino propiedad de todos los pueblos de la Patria Grande. Tendremos que hacer denodados esfuerzos por enderezar el rumbo de la revolución bolivariana y recordar que las revoluciones de independencia en épocas del Libertador Simón Bolívar se realizaron por la solidaridad internacionalista del pueblo colombiano, venezolano, ecuatoriano. Recordemos no más con quién hizo Bolívar la Campaña Admirable. Recordemos quiénes atravesaron los Andes y quiénes después en una admirable cualificación se convirtieron en soldados de hierro para llevar la independencia a Ecuador, Perú y Bolivia.
No olvidemos la historia