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| En Colombia hay 7 500 presos políticos. Foto: Dick E. |
Por Celestino Barrera
| Viernes 13 de mayo de 2011 |
Suicidios, muertes por tortura, ausencia de agua potable, condiciones infrahumanas de encierro, ausencia de servicios preventivos y de tratamiento en salud efectivos y suficientes, impunidad, horror estatal y la ineficiencia administrativa son algunas de las categorías afincadas en la Cárcel de Alta y Mediana Seguridad de Valledupar (Cesar), según denuncia el Comité de Solidaridad con los Presos Políticos (CSPP).
El prisionero político Hernán Rodríguez Díaz de la torre 4 de La Tramacúa —como se conoce a la cárcel de Valledupar— lleva once días en huelga de hambre (desde el 2 de mayo hasta hoy 11 de mayo de 2011) con el fin de exigir garantías y respeto a sus derechos.
«He decidido coserme los labios, la boca, y declararme en resistencia civil y pacífica en rechazo de los tratos crueles, inhumanos y degradantes a los que me somete el Estado colombiano por medio de su tratamiento penitenciario y el INPEC», son las palabras que nos hace llegar Hernán Rodríguez por medio de otro recluso en Valledupar.
Hernán Rodríguez fue alejado de su familia tras un traslado de la cárcel Modelo de Bogotá, ciudad donde viven su esposa y sus cinco hijos, hasta Valledupar. En esta cárcel donde se encuentra adquirió una infección estomacal que le genera fuertes dolores y diarrea; también presenta problemas en los ojos. Por su delicado estado de salud ha solicitado en reiteradas ocasiones atención y tratamiento médico. Solicitudes que denuncia que han sido negadas como también se le ha negado la posibilidad de trabajo y estudio y el envío y recibo de encomiendas siendo también sometido con esto a una incomunicación.
Cuatro días en huelga por el suministro de agua
Más de 300 detenidos de las torres 2, 4 y 5 de la Cárcel de Valledupar se mantienen en desobediencia civil exigiendo el suministro de agua potable en la cárcel. Hoy 11 de mayo de 2011 aún continúa la problemática del agua.
El Estado colombiano se mantiene en silencio frente a la problemática. Los internos denuncian que «la Defensoría del Pueblo no ha hecho presencia en el lugar y que el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC) por medio de la guardia ha emprendido acciones de represión por medio del terror y la violencia física contra los internos que exigen sus derechos». El CSPP afirma que estos actos se podrían considerar como prácticas de tortura y que las agresiones parece que buscan que los internos no continúen exigiendo sus derechos.
Torturas, tratos crueles, inhumanos y degradantes
Los internos a través del CSPP han informado que a las 7:00 pm del 10 de mayo de 2011, guardianes del INPEC —comandados por un teniente de apellido Pardo en compañía de otros guardianes entre los que identificaron a uno de apellido Martínez Arias— ingresaron a la celda del detenido Osman Polo Carrillo, quien presenta trastornos psiquiátricos, y John Fredi Molina, prisionero político, ambos recluidos en el patio 5, y les sometieron con gases lacrimógenos dentro de la celda y golpes con patadas y garrotes.
Hoy, 11 de mayo de 2011, los internos también denuncian que un grupo numeroso de guardianes —identificados cuatro de ellos con los apellidos Pico, Torres, Gómez y López— sometieron a otro interno por medio de golpes, puñetazos, garrotes y patadas.
Asimismo, afirman que estos hechos ocurrieron en presencia de un agente de la Policía Judicial con apellido Villa quien, ante las solicitudes de los internos para que impidiera los actos crueles a los que sometían a su compañero de prisión, expresó que «no podía hacer nada porque también le podían golpear a él».
El Comité de Solidaridad con los Presos Políticos ha establecido comunicaciones con la dirección de la cárcel de Valledupar manifestando su preocupación por las violaciones denunciadas. Empero el INPEC se excusa diciendo que el desabastecimiento de agua en la cárcel no es su culpa y que es responsabilidad de EMDUPAR S.A E.S.P, empresa que le presta el servicio de agua a la ciudad de Valledupar y al penal.
